Jaime Gómez, coordinadora regional ONG Canales Valparaíso

Actualmente existen 945 liceos Técnicos Profesionales (TP) a lo largo del país que albergan a más de 155 mil jóvenes, que representan el 37% del total de estudiantes de tercero y cuarto medio en Chile.

En la Región de Valparaíso son casi 19.485 las y los estudiantes que asisten a uno de los 88 liceos TP para cursar una especialidad técnica vinculada a alguno de los sectores productivos más importantes del territorio.

Un número no menor de estudiantes que no han logrado llevar sus aprendizajes prácticos regularmente producto de la pandemia, en un contexto que exige con urgencia una reactivación económica y la integración de más y mejores técnicos.  

La Educación Media Técnico Profesional es fundamental para el desarrollo de nuestro país y es una gran alternativa para que las y los jóvenes desarrollen trayectorias laborales y formativas exitosas.

Con el objetivo de contribuir al desarrollo de una de las industrias más importantes y afectadas estos últimos años, en 2021 aterrizó en Valparaíso un proyecto que ha sido ejecutado entre la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y ONG Canales durante 5 años en el sur austral de Chile.

Este proyecto de articulación y vinculación en la industria permitió el encuentro de 10 empresas y 8 liceos TP para beneficiar a 707 estudiantes, cerca del 37,5% de la matrícula total de jóvenes que cursan alguna especialidad vinculada a la Construcción en tercero y cuarto medio en nuestra región.

Entre las actividades que se realizaron destacan charlas técnicas, visitas pedagógicas, talleres de desarrollo de habilidades socioemocionales y de apresto laboral, además de gestionar pasantías y prácticas profesionales para estudiantes.

La práctica profesional es un requisito fundamental para permitir la titulación de las y los estudiantes, pero también es un camino para ratificar trayectoria formativa, vinculada a su especialidad, y por qué no, la posibilidad de una inserción laboral.

En estos meses hemos podido detectar que las y los jóvenes agradecen el buen trato recibido, la oportunidad de demostrar los conocimientos adquiridos en la enseñanza media, de equivocarse y de ser corregidos con paciencia, cordialidad y profesionalismo, además de contar con un Maestro Guía que los apoye.

Agradecemos el compromiso de empresas que abren sus dependencias y ofrecen sus conocimientos para generar espacios de aprendizajes para las y los futuros técnicos, considerando los temores iniciales de una generación profundamente marcada por la pandemia durante su proceso formativo.

Sin embargo, el camino es largo y este 2022 debemos multiplicar las oportunidades de alternancia, motivar a más empresas a ser parte de este modelo y, finalmente, darle a la educación técnica la importancia que se merece en nuestra sociedad.

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